Los Colores Complementarios

La psicología del color cada vez adquiere un mayor protagonismo en la venta de pinturas en Ciudad Lineal en Madrid. La elección de cromatismos ha dejado de ser una cuestión meramente superficial, basada en gustos personales, para incorporar matices propios del diseño y el interiorismo.

Al acudir a los profesionales de la venta de pinturas en Madrid es necesario tener en cuenta que los colores no solamente nos influyen a los usuarios, activándonos y produciéndonos determinados sensaciones y estados de ánimo, sino que también establecen sus propios diálogos entre sí, creando atmósferas y efectos diferentes en función de cómo se acompañan.

En este sentido, los colores complementarios son un claro ejemplo. Se trata de los colores que se encuentran situados en extremos opuestos del círculo cromático. Así, cada tonalidad primaria tiene su propio color secundario, enfrentado, que se convierte en un excelente aliado para actuar conjuntamente.

Otra definición práctica valiosa es la que establece que son tonos complementarios aquellos que, al ser mezclados en una proporción concreta, dan como resultado un color más neutro (blanco, negro o gris).

Aunque los tonos específicos varían en función del modelo cromático utilizado en cada caso (RGB, CMYK, RYB...), de lo que no hay duda es que el rojo y el verde, el azul y el naranja, y el amarillo y el violeta son complementarios y se compenetran estupendamente.

Su combinación produce sensaciones de dinamismo mental, movimiento, armonía e impacto. En el interiorismo actual, suelen emplearse para dirigir la atención o ceder protagonismo a ciertos elementos, así como para compensar el efecto pobre de los tonos más insípidos. Ahora bien, si abusas de ellos, el efecto que puedes producir es caótico, desagradable y desquiciante, por lo que debes aprender a aplicarlos con mesura.

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